Buenas profesor Frank
Ante su consulta le comento que el empleo de la carga dinámica parte de una cuestión de lealtad probatoria que tiene el órgano juzgador con las partes que sometieron el conflicto a su conocimiento, cuando queda evidenciado que alguna de ellas no es quien posee el medio de prueba del cual intenta valerse para demostrar los hechos que ha planteado, si no que la tiene la contraparte. En ese sentido, como el juez de antemano no conoce cuál va a ser el resultado de la práctica de la prueba. Por ello, la carga dinámica de la prueba influye en la equidad del proceso civil en Paraguay al permitir una distribución más justa de las cargas probatorias entre las partes, especialmente en situaciones donde una de ellas está en una posición desventajosa en cuanto a acceso o capacidad para aportar pruebas. Este principio, al flexibilizar la rigidez tradicional de la carga de la prueba, busca evitar que una parte sufra una injusticia por no poder cumplir con una carga probatoria que, en equidad, debería ser soportada por la otra parte, más capacitada para producir la prueba pertinente.
En cuanto a los desafíos que plantea su empleo en el contexto procesal de Paraguay puedo decir desde mi percepción que la implementación de la carga dinámica de la prueba en el sistema judicial paraguayo enfrenta varios desafíos específicos. Uno de los principales es la falta de claridad normativa y jurisprudencial. Aunque este principio ha sido reconocido, su desarrollo aún es incipiente, lo que puede llevar a aplicaciones inconsistentes o a interpretaciones divergentes por parte de los jueces. Esta falta de uniformidad puede generar inseguridad entre las partes sobre cómo se aplicará el principio en sus casos específicos.
Otro desafío importante es la necesidad de capacitación judicial. Los jueces y otros operadores jurídicos requieren formación especializada para aplicar correctamente la carga dinámica de la prueba. Es fundamental que entiendan en qué casos es adecuado redistribuir la carga y cómo hacerlo sin comprometer el derecho de defensa de las partes implicadas. Sin una formación adecuada, existe el riesgo de que se apliquen criterios incorrectos o se tomen decisiones arbitrarias.
Asimismo, el sistema judicial paraguayo enfrenta resistencia al cambio por parte de algunos sectores que están acostumbrados a la aplicación rígida de la carga estática de la prueba a partir de la concepción tradicional civilista. Esta resistencia puede dificultar la adopción efectiva del principio de la carga dinámica, lo que, a su vez, puede ralentizar su implementación en la práctica diaria de los tribunales.
Otro desafío práctico es el acceso a la prueba. Incluso con la aplicación de la carga dinámica, en la práctica, el acceso a la prueba puede seguir siendo un problema, especialmente en casos donde la parte que debería asumir la carga probatoria no colabora o existe una marcada asimetría de poder entre las partes. Esto puede hacer que, en algunos casos, el principio no logre su objetivo de promover la equidad.
Finalmente, la implementación de la carga dinámica de la prueba también plantea preocupaciones sobre la seguridad jurídica. La flexibilidad en la redistribución de la carga puede generar incertidumbre entre las partes sobre cuáles pruebas serán exigidas y quién deberá aportarlas, lo que podría afectar la predictibilidad y la estabilidad del proceso judicial. Para que el principio cumpla su objetivo de promover la equidad, es esencial que se apliquen criterios claros y consistentes, y que se brinde seguridad a las partes sobre el proceso.