Del 4 al 9 de septiembre de 2018 se realizó exitosamente la edición número catorce de la Libroferia Encarnación, con el lema “Más libros, más libres”. La actividad es organizada por la Universidad Autónoma de Encarnación, con el principal fin de promover la lectura, los libros y escritores nacionales. El programa que se inicia en el mes de abril, culmina con la fiesta cultural donde a la par de la exposición de libros, se desarrolla un intenso programa que incluye presentaciones de libros y encuentros entre lectores y escritores, música, danza, teatro, cine, talleres, conferencias y muchas actividades más. El proyecto universitario se enmarca en la responsabilidad social universitaria y se realiza anualmente con el apoyo de instituciones públicas y privadas. Considerando el acceso a la cultura como derecho humano, materializado en la gratuidad total de todas las actividades.
La 14ª. Libroferia Encarnación ha sido declarada de interés educativo por el Ministerio de Educación y Ciencias, Gobernación de Itapúa, Municipalidad de Encarnación; de interés cultural por la Secretaría Nacional de Cultura, de interés turístico por SENATUR. En esta edición, se rindió homenaje al guionista y escritor Robin Wood, en una propuesta de la Sociedad de Escritores del Paraguay. Asimismo, a los escritores Ramiro Domínguez y Julio César Pedotti, cuyos nombres denominaron a los auditorios.
Se registró la asistencia de más de 30.000 personas de todas las edades, entre ellas, más de 5.000 niños y jóvenes, muchos de los cuales han participado en 36 proyectos de lectura desde el mes de abril y tuvieron la oportunidad de encontrarse con los autores leídos en el marco del tradicional Concurso de Animadores de Lectura.
Participaron más de 28 casas expositoras, 50 escritores paraguayos y del extranjero, entre ellos, importantes figuras de las letras tanto del Idioma Guaraní como del Castellano: Susana Gertopán, Alfredo Boccia, Andrés Colmán Gutierrez, Javier Viveros, Lito Barrios, Santiago Caballero, Ricardo Scavonne, Guillame Candela, Susy Delgado, Emi Kasamatsu, Miguel Angel Velázquez, Bernardo Neri Farina, Milia Gayoso, Feliciano Acosta, Carlos Ferreira, María Gloria Pereira, Víctor Jacinto Flecha, Mirta Roa, Verónica Abente, Pedro Juan Paredez, Luis Lataza.
El acto oficial de inauguración se realizó el 14ª Libroferia Encarnación 182 LIBROFERIA ENCARNACIoN Una experiencia de alfabetización cultural, jueves 8 de setiembre con presencia del Ministro de Cultura, Rubén Capdevila.
El programa de actividades se desarrolló en horario continuado desde las 08:00 hasta las 22:00 con más de 100 actividades gratuitas para todo público: presentaciones de libros, cine, teatro, danza, canto en modalidades corales e individuales, pintura, música de diversos estilos, cerámica, encuentros de investigación, consultores jurídico, empresarial y contable, capacitación para docentes y profesionales del ámbito empresarial.
Se contó con la actuación estelar de Luz María Bobadilla y Jorge Ramos, Teatro del Club Centenario, espectáculos infantiles, danza, gastronomía, y una delegación artística desde Senegal, artistas de la ONG Sonidos del África, que ofrecieron un espectáculo de danza y percusión, y muestras de artesanía. Participaron también elencos municipales de danza, orquesta, arpa, guitarra, 8 bandas de Rock de Encarnación y elencos artísticos representativos de las colectividades italiana, alemana, ucraniana japonesa, Líbano y EE.UU en el tradicional Festival de Culturas.
El evento fue posible gracias al auspicio de organismos públicos y privados como: Entidad Binacional Yacyreta, Gobernación de Itapúa, Municipalidad de Encarnación y el auspicio de entidades y empresas.
Cabe aquí reproducir aquí con o sin el permiso de su autor un artículo publicado en el periódico Abc Color el 9 de setiembre:
“A propósito de la Libroferia encarnacena”
Por Alcibiades González Delvalle El tema se presta para reflexionar, o volverlo a hacer, sobre la sociedad digital en la que nos hemos instalado sin haber aprovechado con suficiencia la antigua y rica cultura que se inicia en la civilización sumeria, cuatro mil años antes de Cristo.
De las tabletas de arcilla, de la madera, del papiro, del papel, hasta la aparición de la imprenta, la humanidad ha veni - do dando espectaculares saltos mediante las informaciones y los conocimientos contenidos en los libros y transmitidos por ellos.
Con estos y otros hechos esenciales hemos cimentado nuestra civilización, la del libro con soporte de papel. Nos enfrentamos ahora con el enorme desafío que supone alojarnos en internet, en las redes sociales, con una tecnología al alcance de los niños.
Los estudiosos de la nueva tecnología de la comunicación aseguran que el periódico de papel será irremediablemente sustituido por el electrónico, tal como se comprueba en la tendencia cada vez más creciente de lectores que dejan el periódico tradicional para engancharse al periódico digital. De hecho, con respecto a los libros, las bibliotecas virtuales cuentan con miles de ejemplares de los más celebrados autores de todos los tiempos. Pero no entiendo cómo es posible leer, por ejemplo “Los miserables”, con los ojos pegados al ordenador. Claro que estoy opinando desde un hábito antiguo. Es posible que la pregunta sea al revés: Que alguien no entienda ya cómo es posible leer un libro fuera de la pantalla.
Hay opiniones que nos devuelven la esperanza: el libro y el periódico no serán sustituidos por las nuevas tecnologías, a lo sumo, será una convivencia pacífica, inevitable y venturosa. Esta convivencia, en teoría, multiplicará los canales de la información y el conocimiento. En apariencia, habrá más ciudadanos instruidos, educados.
Nuestro desempeño como sociedad depende en gran medida de la formación de nuestros jóvenes. Pero, al mismo tiempo, no hay procedimiento más seguro y duradero de promover la permeabilidad y la integración social que una buena educación.
Los estudios realizados por agencias internacionales acerca de las limitaciones estratégicas de nuestro des - pegue económico coinciden en señalar las deficiencias en comunicación y en educación como las decisivas.
Y esa buena educación está fuertemente ligada al hábito de la lectura con cuya ausencia no es dable esperar una situación mejor. Frente a esta realidad, el desafío es que los libros lleguen a la mayor cantidad posible de personas, lo que será posible solamente con un hecho elemental: una fuerte inversión del sector público aliado con el sector privado. Mientras tanto, tenemos que resignarnos a tener nuestras bibliotecas con escasos usuarios, lo que quiere decir, en términos prácticos, una población inmensamente mayoritaria al margen de una educación más o menos sólida, más o menos im - portante. Tampoco la educación formal es enteramente confiable, teniendo en cuenta que muchos universita - rios basan su conocimiento en resumen de resúmenes.
Frente a esta realidad sobresale, y da esperanzas, el hecho anual de la Libroferia de Encarnación que hoy clausura su 14ª edición con el lema: “Más libros, más libres.” En la persona de la doctora Nadia Czeraniuk cabe felicitar a los organizadores y a los escritores, protagonistas de la feria. Finalmente, antes de que se extingan los libros de papel, es bueno mirarlos de vez en vez por lo menos para que nos quede el recuerdo nostálgico de cómo han sido alguna vez.