49
La educación en valores, en el sistema educativo paraguayo, se trabaja en forma
colateral, lo cual involucra que, en cualquier área o disciplina de todos los niveles, el
docente o directivo debe hablar, orientar y trabajarlos. A este respecto, Rodríguez,
(1997) citado por el (MEC, 2002) (p. 9) expresa que los transversales “son temas
determinados por situaciones problemáticas o socialmente relevantes, generados por el
modelo de desarrollo actual, que atraviesan o envuelven el análisis de la sociedad y del
currículum en el ámbito educativo desde una dimensión ética, en toda su complejidad
conceptual”. La forma en que se trabaja la promoción de los valores en el profesorado
del Paraguay es través del surgimiento de algunas necesidades educativas socialmente
relevantes, a través de los cuales el docente, durante su formación, adquiriere las
competencias para detectar problemas sociales que afectan al alumnado. Del mismo
modo, respecto a su formación, adquiriere la habilidad de resiliencia y buen
relacionamiento con todos los integrantes de la comunidad educativa. En ese marco, la
(Ley N°1264, General de Educación, 1988), sustenta “la práctica de hábitos de
comportamiento democrático”. El profesorado ha de estar preparado para trabajar en
equipo con sus pares, con los educandos y sus familias, asumiendo el rol protagónico
desde una mirada humanista, centrada en la dignidad de las personas. En este sentido, el
MEC (2002) propone la utilización de estrategias adecuadas con un estilo valorativo o
actitudinal en las aulas, mediante la utilización de una metodología cooperativa,
tolerante, respetuosa y responsable, para fomentar la solidaridad, la asertividad y la
responsabilidad, entre otros.
Los valores son marcos referenciales de orientación del sujeto en el mundo y en
la interacción con los demás. Asientan la acción que realizan los seres humanos cuando
prefieren o deciden algo como valioso, de acuerdo con su contexto. Constituyen la
dirección que guía al ser humano, conllevan al bienestar consigo mismo, que luego se
transmite a la sociedad donde se vive e interactúa con los todos los miembros, alinean
el camino del ser, teniendo en cuenta la realidad contextual de los involucrados. La
mayor parte de la humanidad considera como valores universalmente deseables la
libertad, la pluralidad, la vida y la justicia, con implicancia de una carga afectivo-
emocional, lo que conlleva a que cada persona los acepte o rechace como ideales. Según
(Bolívar, 1995, citado por el MEC, 2002, p.17).