LA IMPORTANCIA DEL JUEGO EN EL DESARROLLO PSICOMOTOR
Palabras clave:
juego, desarrollo psicomotriz o desarrollo psicomotor, cultura, educación, derecho humano a jugar, EriksonResumen
De acuerdo con estudios recientes, las actividades lúdicas, o sea, jugar al aire libre, retozar y hasta darse uno que otro sentón, permiten al niño desarrollar empatía y control sobre sus emociones. Esto se debe a que el niño aprende a coordinar sus movimientos, a imaginar y a medir los riesgos. Ello ayuda a que en la adultez se sufra menos estrés y ansiedad, además de poseer mayores habilidades sociales. Así, el juego ayuda al desarrollo psicomotor en la infancia ya que propicia el aprendizaje. Hoy se confunde al juego físico con el entretenimiento, los niños son puestos detrás de una pantalla de celular, o bien acuden en compañía de sus padres a recorrer los centros comerciales, sin embargo, estas actividades no reemplazan al juego. Las actividades educativas y del hogar antes y durante la pandemia promueven la inmovilidad porque se piensa erróneamente que el juego se opone al aprendizaje, que es un distractor y que el desarrollo de los niños está sujeto a un sinfín de actividades repetitivas. El exceso de tareas deja poco espacio para el juego porque se le considera como un antagonista del conocimiento. El juego es un fenómeno más de la cultura, por ello el primer apartado hace una referencia a la cultura, la educación y el juego para después analizar la incidencia del juego en el desarrollo psicomotor, ya que permite la reorganización de las conexiones neuronales, estimula el uso de la memoria y la percepción, lo que se traduce en aprendizaje. Pero más allá de eso, el juego también activa el sistema límbico, encargado de las emociones, pues produce sensaciones de satisfacción y alegría, de tal manera que cuando se aprende algo nuevo se integra a la memoria preexistente y se liberan neurotransmisores que aumentan la concentración. Los niños pueden recordar las experiencias sensomotoras al repetir los juegos, lo que de inmediato activa al sistema límbico. Si bien grandes pensadores como Froebel, Bruner, Erikson, Piaget, y Vygotsky ya destacaban la importancia del juego para el aprendizaje, en la actualidad el juego ha sido desplazado por el exceso de tarea, la falta de tiempo y espacios adecuados para jugar al aire libre. Además, la pandemia exacerbó mucho más está situación. Partiendo de los postulados de Erikson, para quien el juego era una función del yo y en enlazando sus ideas con la neurodidáctica, analizaremos cómo, por ejemplo, en el juego de representación los niños recuerdan experiencias vividas, conocimientos previos, actitudes que han visto e imitan roles que han visto en la familia, lo que ayuda a aprender a actuar en sociedad, es decir, en el mundo futuro donde serán adultos. El juego satisface la necesidad humana básica de expresar la propia imaginación, curiosidad y creatividad. Esto estimula la creatividad, por ello el juego es un detonante del desarrollo psicomotor y es un derecho humano de la niñez, tal como lo sostiene la UNICEF.
Palabras clave: juego, desarrollo psicomotriz o desarrollo psicomotor, cultura, educación, derecho humano a jugar, Erikson.
Abstract
According to recent studies, playful activities, that is, playing outdoors, romping and even sitting down, allow children to develop empathy and control over their emotions. This is because the child learns to coordinate his movements, to imagine and measure risks. This helps in adulthood to suffer less stress and anxiety, in addition to having greater social skills. Thus, the game helps psychomotor development in childhood as it promotes learning. Today physical play is confused with entertainment, children are put behind a cell phone screen, or they go with their parents to tour the malls, however, these activities do not replace play. Educational and home activities before and during the pandemic promote immobility because it is mistakenly thought that play is opposed to learning, that it is a distraction and that the development of children is subject to endless repetitive activities. The excess of tasks leaves little room for the game because it is considered as an antagonist of knowledge. The game is one more phenomenon of culture, for this reason the first section makes a reference to culture, education and the game to later analyze the incidence of the game in the psychomotor development, since it allows the reorganization of the neuronal connections, stimulates the use of memory and perception, which translates into learning. But beyond that, the game also activates the limbic system, in charge of emotions, as it produces feelings of satisfaction and joy, in such a way that when something new is learned, it is integrated into the pre-existing memory and neurotransmitters are released that increase concentration. Children can recall sensorimotor experiences by repeating the games, which immediately activates the limbic system. Although great thinkers such as Froebel, Bruner, Erikson, Piaget, and Vygotsky already highlighted the importance of play for learning, currently play has been displaced by excessive homework, lack of time and adequate spaces to play outdoors. free. In addition, the pandemic exacerbated this situation much more. Starting from the postulates of Erikson, for whom the game was a function of the self and linking his ideas with neurodidactics, we will analyze how, for example, in the representation game children remember lived experiences, previous knowledge, attitudes that they have seen and they imitate roles that they have seen in the family, which helps them learn to act in society, that is, in the future world where they will be adults. Play satisfies the basic human need to express one's imagination, curiosity, and creativity. This stimulates creativity, therefore the game is a trigger for psychomotor development and is a human right of childhood, as supported by UNICEF.
Keywords: play, psychomotor development or psychomotor development, culture, education, human right to play, Erikson.
Citas
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