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son, al mismo tiempo, los que muestran democracias de inferior calidad: El Salvador,
Guatemala, Paraguay, Nicaragua y Venezuela.
A partir de esta categorización que hace el politólogo italiano, es pertinente, como bien
él mismo lo plantea, “rastrear el concepto de lo que denominamos <democracia
delegativa>” a fin de precisar cuán delegativa es la democracia paraguaya.
En este punto, y luego de una revisión rápida de los atributos de las democracias
delegativas y las características de la democracia paraguaya, surgen las siguientes
conclusiones:
A diferencia de lo ocurrido a inicios de los 90, en varios países de la región, que fueron
tomados como modelos de democracias delegativas, el caso paraguayo difiere de estos
casos en el origen mismo del fenómeno.
Por una parte, en los casos de Argentina, Perú y Brasil, estudiados en primer término por
O´Donnell, se dan condiciones económicas de extrema inestabilidad económica e
hiperinflación, lo cual generó un ambiente propicio para la aparición de líderes
delegativos. El caso paraguayo se caracterizó por la estabilidad macroeconómica
mantenida en gran parte de la transición democrática y la ausencia de escenarios
“hiperinflacionarios” o de extrema inestabilidad económica que, como mencionara
recientemente, originó el subtipo de democracia en los países aludidos.
Por otra parte, respecto al diseño institucional, un elemento no menor que tuvo su
incidencia en la consolidación de poderes delegativos en la región son las políticas de
cambio constitucional operadas en América Latina bajo las cuales los sistemas
presidencialistas, en su mayoría, fueron en alguna medida reforzados, incorporándose las
reelecciones (inmediatas o alternas) y otras facultades políticas, como la promulgación
de decretos de necesidad y urgencia y el aumento de los poderes legislativos del
presidente, que fortalecieron a los poderes ejecutivos, aspecto decisivo en las democracias
delegativas, frente al debilitamiento de otras instancias y poderes.
En este punto, en el libro de Gabriel Negretto “La política del cambio constitucional en
América Latina” (2013), el autor destaca la incorporación de reglas de reelección más
permisivas en la región en los últimos años, constatándose un aumento sostenible a partir
del año 1994 hasta el año 2008. El autor menciona, además, que “es importante destacar
la frecuencia con que los presidentes en funciones en distintos países ejercen presión para