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para establecer un proceso evaluativo más participativo, directo y sincrónico desde las
competencias de producción oral o escrita para valorar el aprendizaje de los alumnos en
lo que pudiera ser un proceso bajo el enfoque constructivista de la evaluación tal como lo
plantean diversos autores (Baviskar, et al,.2009; Jones, 2005; Vrasidas, 2000).
Asimismo, los alumnos consideraron como dificultades o problemas la falta de
monitoreo y seguimiento de las actividades de evaluación, la falta de orientación y
entrenamiento para realizar las actividades de evaluación y el desconocimiento de los
instrumentos, técnicas y formas de evaluación, así como la ausencia de instrucciones
claras y precisas sobre el proceso de evaluación. Es importante precisar qué parte de estas
debilidades desde la perspectiva de la función competencial del docente pudieran estar
relacionadas con la falta de capacitación y preparación para planificar y ejecutar este tipo
de acciones denotadas en trabajos similares como los de Hurtado (2020), Picon et al
(2020) y Salgado (2015) y en las que se debe puntualizar la importancia de definir esas
estrategias de valoración del aprendizaje y promoción escolar (OCDE, 2020).
Sobre las actividades de retroalimentación es de destacar que, aunque un
importante porcentaje expresó que casi siempre las recibían, otro porcentaje de
consideración señaló que pocas veces tenían este tipo de actividad, ejercicio fundamental
en la estructura de la clase, con el fin de poder determinar las fortalezas y debilidades, así
como verificar el logro de los objetivos de aprendizaje. La retroalimentación es
considerada una herramienta esencial formativa de educación a distancia, que forma parte
del proceso de enseñanza aprendizaje con el objeto de proveer al estudiante información
con la cual igualmente se produzca una apropiación del aprendizaje (Jones, 2005; Lozano
Martínez y Tamez Vargas, 2014).
Según la opinión de los estudiantes respecto a los instrumentos o actividades de
evaluación que pudieran ser empleados, la discusión y las preguntas durante la clase
fueron las mayormente seleccionadas junto a los proyectos grupales. Esta elección de
opciones apunta al desarrollo de actividades colaborativas y participativas en el proceso
de evaluación recomendadas para hacer de esta un proceso compatible con la educación
a distancia según los medios usados, que podrían incluir además de las pruebas escritas,
los portafolios, debates, foros, producción de textos o la realización de proyectos grupales
entre una variedad de estrategias de evaluación (Lezcano y Vilanova, 2017; Propuestas
Educación Mesa Social Covid-19, 2020; UNICEF, 2021). Con este tipo de actividades