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Teniendo en cuenta lo expuesto vale, asimismo, pensar en la disposición de personal
por parte del Estado, lo cual implica el estudio de aspectos como los mecanismos de
reclutamiento, los perfiles socio-profesionales ponderados, y las condiciones salariales,
previsionales y de seguridad social (Di Liscia y Soprano, 2017: 40). Como señalan De Arce y
Salomón (2018: 188), “resulta ilustrativo que en 1965 muchas AEA [Agencias de Extensión
Agropecuaria del INTA] no contaran con el personal mínimo, en especial en lugares más
alejados de la zona núcleo (la región pampeana)”.
Teniendo en cuenta que cabe destacar la ponderación que en un determinado espacio se
hace acerca de un grupo de personas (Ferrari, 2010, énfasis p. 542), es necesario referir a los
perfiles profesionales implicados en el INTA, vinculados asimismo con sus mecanismos de
contratación:
“Los cargos administrativos básicos fueron cubiertos por profesionales que trabajaban
en iguales funciones en el MAN [Ministerio de Agricultura Nacional]. En septiembre
de 1957 se abrieron los concursos de cargos directivos, administrativos y técnicos para
cubrir puestos en los centros regionales, estaciones experimentales, servicios de
extensión y fomento agropecuario […] Los concursos se dirigían a ingenieros
agrónomos y veterinarios ‘de probada experiencia y acreditada capacidad técnica y
experiencia’. La jerarquía de cargos privilegiaba a estos profesionales, aunque también
admitía técnicos con título no universitario, especializados en escuelas del ramo (peritos
agrónomos, agrotécnicos, administradores rurales, etc.) […] Para enero de 1958, el
Centro Regional Pampeano y sus pares, Mesopotámico, Andino, Chaqueño y
Patagónico, tanto como el Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias, contaban
con directores designados. Lo mismo para las estaciones experimentales asociadas a
cada centro. Los seleccionados eran mayoritariamente ingenieros agrónomos […] Las
designaciones continuaron a lo largo de ese año y el siguiente”. (De Arce y Salomón,
2018: 187).
3.3. Entender al INTA como resultado de múltiples presiones
Bohoslavsky y Soprano (2010) incentivan pensar al Estado como una configuración en
la que se objetiva la lucha de clases, pero en la cual además se entrelazan disputas profesionales,
regionales, corporativas, internacionales, de género, entre otras. De este modo, la dicotomía