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ESTADO, BUROCRACIAS Y PROFESIONES EN CLAVE AGROPECUARIA: LA
HISTORIOGRAFÍA ACERCA DEL INTA
Darío Agustín Machuca
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Universidad Nacional de Formosa - Argentina
Recibido: 07/12/2023
Aceptado: 03/06/2024
RESUMEN
En la última década, la historiografía argentina ha desarrollado una serie de investigaciones que
se propusieron estudiar al Estado “desde adentro”, indagando, entre otras cuestiones,
organismos específicos, espacios sub-nacionales y las trayectorias y redes tejidas por sus
agentes. Este texto se propone el análisis de la historiografía producida acerca del Estado, las
burocracias y profesiones en la Argentina de la segunda mitad del siglo XX a partir de un
referente particular: el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Para ello se
prioriza la diversidad de aportes académicos que hayan analizado a esta institución a fin de dar
cuenta de su vinculación con el desarrollo de los estudios sociales del Estado. Este análisis, sin
embargo, permite percibir una vacancia referente al rol del INTA en las periferias del agro
argentino a partir de la disciplina histórica. Un planteo similar al período pos-dictatorial y al
contexto del alto neoliberalismo de fines de siglo.
Palabras clave: INTA - Actividad agropecuaria Estado - Historiografía
ABSTRACT
In the last decade, argentine historiography has achieved an interesting development from a
series of investigations that proposed to study the State "from inside", investigating, among
other issues, specific organisms, sub-national spaces and the trajectories and networks woven
by their agents. This text proposes the analysis of the historiography produced about States,
bureaucracies and professions in Argentina in the second half of the 20th century from a
1
Magíster en Historia. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y cnicas - Instituto de
Investigaciones Sobre Lenguaje, Sociedad y Territorio/Universidad Nacional de Formosa (Arg.).
Dariomachuca25@gmail.com.
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particular referent: the National Institute of Agricultural Technology (INTA). For this, the
diversity of academic contributions that have analyzed this institution in the last ten years is
prioritized in order to account for its relationship with the development of social studies of the
State. This analysis, however, allows us to perceive a vacancy regarding the role of INTA in
the peripheries of Argentine agriculture since the historical discipline. A similar approach
applies to the post-dictatorial period and the context of high neoliberalism at the end of the
century.
Keywords: INTA - Agricultural activity State - Historiography
1. Introducción
La renovación experimentada desde el año 2010 por las investigaciones referentes a las
burocracias e instituciones estatales es deudora, en considerable medida, de un conjunto de
producciones que se propusieron estudiar al Estado “desde adentro” a partir de diversos
interrogantes (Bohoslavsky y Soprano, 2010; Soprano, 2015; Di Liscia y Soprano, 2017). En
este sentido, la investigación realizada por Bohoslavsky y Soprano (2010) en torno a diferentes
modos de inspeccionar las dinámicas estatales logró un grado de circulación que sirvió de base
para investigaciones acerca de organismos específicos, espacios sub-nacionales y trayectorias
y redes tejidas por sus agentes, entre otros tópicos. Este despliegue, vale destacar, se insertó en
el sendero de crecimiento del campo científico y tecnológico, así como de la revalorización del
Estado en la agenda pública argentina en el marco del proyecto de pos-convertibilidad (Unzué
y Emiliozzi, 2017; Rofman, 2022).
Retomando el desarrollo señalado, el presente escrito propone el análisis de una
selección de textos historiográficos sobre Estados, burocracias y profesiones en la Argentina de
la segunda mitad del siglo XX a partir de un referente empírico particular: el Instituto Nacional
de Tecnología Agropecuaria (INTA). Dicha elección gira en torno a dos elementos. Por un lado,
refiere a la continuidad lograda por esta entidad a lo largo de diferentes coyunturas y a pesar de
sus transformaciones organizacionales. Por otra parte, responde a la relevancia del rubro
agropecuario en el devenir de la economía argentina.
La mayor parte de los estudios sobre el INTA enfatizaron en las rupturas que significó
esta institución para la historia de las políticas públicas agropecuarias, así como propusieron
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trazar una cronología que periodice su desenvolvimiento en el devenir histórico. Este escrito,
por su parte, plantea que el reciente desarrollo de una línea de investigaciones tendientes a
estudiar al Estado “desde adentro” generó nuevas perspectivas para su análisis. En tal sentido,
dicha propuesta también ha permitido pensarlo en relación con otras reparticiones estatales, por
lo cual se abordan investigaciones que, si bien no se dedican a este ente de modo exclusivo, lo
han analizado en marcos de mayor amplitud, como lo hacen Gárgano (2014) y Martocci (2020).
En lo que sigue, el desarrollo del texto se organiza en cinco apartados tomando como
referencia las propuestas de Bohoslavsky y Soprano (2020, pp. 23-28). El primero de ellos
presenta aportes que evitaron “personalizar” al INTA, sorteando, por lo tanto, problemas
derivados de pensarlo como si de un ente unívoco y autoconsciente se tratara. Seguidamente,
se da cuenta de cómo estas nuevas pesquisas procuraron personalizar” al Instituto, aunque
como estrategia de análisis de las personas que se desempeñaban en él. El tercer acápite expone
el modo en que se entendió al organismo como “resultado de múltiples presiones” y que implicó
identificar el amplio abanico de tensiones en él expresadas. Posteriormente, se establecen los
aportes que revalorizaron la “importancia de las relaciones y tensiones intra-estatales” dentro
de la entidad revelando distintas disputas subyacentes en su amplio esquema organizacional. El
inciso final identifica esfuerzos tendientes a descentrar” al INTA, relevando sus variados
rostros y deficiencias, así como sus limitaciones en territorios periféricos del circuito
agropecuario argentino. El texto finaliza con un balance bibliográfico de la historiografía
analizada y con una serie de aristas de considerable fertilidad para el desarrollo de
investigaciones futuras y en curso sobre diversos dispositivos de intervención estatal en el
sector agropecuario.
2. Metodología
En el criterio de seleccn de la literatura especializada se ha priorizado la diversidad de
aportes historiográficos que hayan analizado a esta institución desde el año 2010 a fin de dar
cuenta de su vinculación con el desarrollo académico mencionado más arriba.
En términos temporales, este conjunto permite aproximarse al INTA desde su fundación
en 1956 hasta los años posteriores a la finalización de la última dictadura cívico-militar
utilizando fuentes internas del propio organismo en complementación con otros documentos
estatales (Ivickas Magallán, 2017; Martocci, 2020), hemerográficos (Gárgano, 2014) y fuentes
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orales y privadas (De Marco, 2020; Martocci, 2020) Dos de ellos se extienden a lo largo del
período en cuestión (De Arce y Salomón, 2018; Martocci, 2020), otros dos se concentran en los
cambios operados desde mediados de la década del setenta (Gárgano, 2014, 2015) y tres
priorizan los primeros años del organismo (Ivickas Magallán, 2017; De Marco, 2020; Mecozzi,
2022).
Así también, todos ellos se interesan por este en tanto integrante del organigrama
institucional nacional a excepción de uno (Martocci, 2020), que se ocupa de su territorialidad
dentro de los límites de una jurisdicción que se encontraba conformando su estructura estatal
provincial: La Pampa.
3. Resultados
3.1. No personalizar al INTA
La propuesta de Bohoslavsky y Soprano (2010) consiste en “no personalizar al Estado”.
Esto implica no entenderlo como un ente monolítico y con conciencia propia como si de una
persona se tratara, sino, más bien, de concebirlo como un espacio heterogéneo. Los textos
referentes al INTA traídos a colación en este escrito retoman, de un modo u otro, dicha
perspectiva.
Los aportes de Gárgano (2014) fueron pioneros en el sentido expuesto. La autora
propone la categoría de “agendas en disputapara dar cuenta de la polifonía de un organismo
dedicado, por un lado, a la extensión rural para la producción con vistas a su capitalización y,
por el otro, a la investigación tecnológica para la producción empresarial. En este marco, los
estudios de Gárgano (2014, 2015) destacan el desigual impacto de las políticas de terrorismo
de Estado en las distintas concepciones sobre el desarrollo rural dentro de la institución y que
implicaron transformaciones acaecidas de modo dispar en sus diferentes áreas: sociología,
antropología, economía, extensión, ingeniería agrónoma y veterinaria, entre otros.
En una línea similar pueden insertarse los aportes de De Marco (2020) y Mecozzi
(2022), que proponen el estudio de áreas del organismo que no se dedicaron estrictamente ni a
la tecnología, ni a la actividad agropecuaria. De este modo, la primera ha estudiado el Club de
colaboradores del INTA (De Marco, 2020), un espacio de recreación enfocado en las infancias
periurbanas, mientras el segundo analizó la extensión rural dirigida hacia las amas de casa
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entendiéndola como una “política social agraria” (Mecozzi, 2022). En tal sentido, es posible
apreciar cómo la historiografía ha revalorizado áreas del Instituto distintas de sus principales
esfuerzos orientados intrínsecamente a la productividad del agro.
En otro orden de ideas, las disonancias en un ente estatal empero autónomo resultaron
incluso incómodas para distintos gobiernos, como demuestra la citada historiadora a través del
análisis de la participación de una Estación Experimental del INTA en la Cooperativa de
Trabajadores Unidos Campo Herrera, conformada en 1967 y azotada por diversas expresiones
de violencia a lo largo de su historia. En este sentido, el estudio de las expresiones de descrédito
hacia dicha experiencia por parte del Consejo Directivo de la propia institución expone
diferencias en las vinculaciones entre áreas de distinta jerarquía dentro del esquema
institucional (Gárgano, 2014), aporte coincidente con una de las propuestas presentadas por Di
Liscia y Soprano (2017).
3.2. Personalizar al INTA
Los estudios sociales del Estado también proponen “personalizar” a las reparticiones en
cuestión, aunque en un sentido diferente al expresado en el apartado anterior (Bohoslavsky y
Soprano, 2010). Esto implica rescatar a las personas que lo encarnan, sus trayectorias, sus
posiciones en las unidades que integraron, sus aspiraciones, sus tensiones con otros agentes, sus
perspectivas acerca de ciertos problemas, etc. Por ello, resultan de utilidad tanto análisis macro-
sociales como abordajes micro-sociológicos a las trayectorias y experiencias, individuales y
grupales, dentro del Estado. De este modo, por ejemplo, trabajos como los de Gárgano (2014,
2015) invitan a estudiar el impacto de la violencia ejercida sobre las plantas de trabajadores y
trabajadoras de organismos de ciencia y tecnología (CyT) haciendo particular énfasis en el caso
del INTA.
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Producciones como la de Martocci (2020), por su parte, destacan por dialogar con el
campo de estudios prosopográficos (Ferrari, 2010) a través del énfasis realizado sobre los y las
agentes estatales y sus trayectorias y circulación en relación con el Instituto y otras áreas de la
intervención pública, como la Subsecretaría de Asuntos Agrarios de La Pampa. Personalizar al
Estado también implica apreciar los grados de heteronomía y autonomía de su personal dentro
2
Las investigaciones de Gárgano (2014, 2015) y Martocci (2020) se caracterizan por establecer un permanente
diálogo con el campo de las investigaciones sobre CyT.
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o contra sus correspondientes marcos institucionales. Según ha indicado Ivickas Magallán
(2017, p. 101) “las actividades de investigación y extensión encargadas a los
especialistas/expertos contaban con una cierta autonomía de las instancias directivas
nacionales, dando lugar a diversas estrategias según el territorio y las necesidades del entorno”.
Elementos tendientes a esta cuestión pueden apreciarse en el caso de la Cooperativa de
Trabajadores Unidos Campo Herrera (Gárgano, 2014). En este sentido y con respecto a los y
las extensionistas, De Arce y Salomón (2018: 180) proponen pensar en “la influencia de sus
propios valores y saberes y de su disposición a efectuar intercambios con las comunidades
locales.”
Martocci (2020) transita diversas escalas analizando perfiles y trayectorias individuales
y grupales entre las cuales sobresalen los círculos veterinarios y, sobre todo, agronómicos.
De Arce y Salomón (2018: 192) en una línea similar destacan “Como cara visible del
Estado en el territorio, y al mismo tiempo, como habitantes de este, los técnicos se involucraban
personalmente en el planteo de soluciones a problemas diversos y persistentes”. Esta
perspectiva permite estudiar iniciativas de producción e intercambio de saberes en materia
productiva y, a su vez, indagar acerca de las experiencias implicadas y de las relaciones
entabladas con otros actores sociales, potencialidad analítica protagonista en el libro de
Martocci (2020) por medio de la reconstrucción de trayectorias como las de Lassalle o Covas
que, entre otras funciones, se desempeñaron como directores de la Escuela de Agricultura y
Ganadería de Victorica y de la Estación Experimental Agropecuaria de Anguil,
respectivamente.
A las rupturas en los mecanismos de vinculación con la comunidad del INTA
mencionados en el acápite anterior, De Arce y Salomón (2018) proponen añadir sus
continuidades. Las autoras exploran sus tareas de extensión recurriendo al concepto de
“bienestar rural” y remarcando la existencia de un margen de autonomía de sus agentes respecto
de los lineamientos directivos a partir de sus intercambios con las diferentes comunidades
locales en áreas periféricas. De este modo, en palabras de Ferrari (2010: 548) se “vincula la
historia institucional con las biografías individuales al aproximarse desde abajo a los sujetos y
observar cómo se integran estos en las organizaciones”.
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Teniendo en cuenta lo expuesto vale, asimismo, pensar en la disposición de personal
por parte del Estado, lo cual implica el estudio de aspectos como los mecanismos de
reclutamiento, los perfiles socio-profesionales ponderados, y las condiciones salariales,
previsionales y de seguridad social (Di Liscia y Soprano, 2017: 40). Como señalan De Arce y
Salomón (2018: 188), “resulta ilustrativo que en 1965 muchas AEA [Agencias de Extensión
Agropecuaria del INTA] no contaran con el personal mínimo, en especial en lugares más
alejados de la zona núcleo (la región pampeana)”.
Teniendo en cuenta que cabe destacar la ponderación que en un determinado espacio se
hace acerca de un grupo de personas (Ferrari, 2010, énfasis p. 542), es necesario referir a los
perfiles profesionales implicados en el INTA, vinculados asimismo con sus mecanismos de
contratación:
“Los cargos administrativos básicos fueron cubiertos por profesionales que trabajaban
en iguales funciones en el MAN [Ministerio de Agricultura Nacional]. En septiembre
de 1957 se abrieron los concursos de cargos directivos, administrativos y técnicos para
cubrir puestos en los centros regionales, estaciones experimentales, servicios de
extensión y fomento agropecuario […] Los concursos se dirigían a ingenieros
agrónomos y veterinarios ‘de probada experiencia y acreditada capacidad técnica y
experiencia’. La jerarquía de cargos privilegiaba a estos profesionales, aunque también
admitía técnicos con título no universitario, especializados en escuelas del ramo (peritos
agrónomos, agrotécnicos, administradores rurales, etc.) […] Para enero de 1958, el
Centro Regional Pampeano y sus pares, Mesopotámico, Andino, Chaqueño y
Patagónico, tanto como el Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias, contaban
con directores designados. Lo mismo para las estaciones experimentales asociadas a
cada centro. Los seleccionados eran mayoritariamente ingenieros agrónomos […] Las
designaciones continuaron a lo largo de ese año y el siguiente”. (De Arce y Salomón,
2018: 187).
3.3. Entender al INTA como resultado de múltiples presiones
Bohoslavsky y Soprano (2010) incentivan pensar al Estado como una configuración en
la que se objetiva la lucha de clases, pero en la cual además se entrelazan disputas profesionales,
regionales, corporativas, internacionales, de género, entre otras. De este modo, la dicotomía
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estado-sociedad civil da lugar a la apreciación de las porosidades entre ambas esferas y permite
preguntarse, por ejemplo, por los sectores destinatarios de las políticas públicas. Similar tenor
tiene la propuesta de Di Liscia y Soprano (2017: 41) de estudiar “historias de las relaciones
multi-direccionadas entre los decisores políticos, burocracias estatales y los ‘beneficiarios’ o
‘clientes’ de las políticas que gestionan aquellas”.
El éxodo rural de mediados de siglo motivó la preocupación de algunos elencos
gubernamentales y fue una de las causas de la fundación del INTA, el cual promovió el
desarrollo de la comunidad entendiéndolo como el conjunto de “procesos en cuya virtud los
esfuerzos de una población se sumaban a los de su gobierno para mejorar las condiciones
económicas, sociales y culturales de las comunidades” (De Arce y Salomón, 2018: 184-185) a
fines de contrarrestar los procesos de expulsión de población de las áreas rurales. Las autoras
citadas también plantean la existencia de cierta porosidad institucional resultante de las
dificultades a las que [se] debieron enfrentar los técnicos en su experiencia práctica cotidiana”
(De Arce y Salomón, 2018: 180) en referencia a la acción territorial de los rostros estatales del
organismo.
En su pesquisa por comprender si La Pampa vivió la conformación de un campo
agronómico durante el período bajo estudio, Martocci (2020) da cuenta de la participación de
productores agro-ganaderos y otros actores económicos en la conformación y desempeño de
unidades CyT en esta provincia. De tal modo, agentes de la sociedad civil, como los nucleados
en la Asociación Agrícola Ganadera de La Pampa, participaron de la vida del organismo o
mantuvieron vínculos con funcionarios de la Facultad de Agronomía local o de las reparticiones
del propio INTA.
También ostentan relevancia las historias de circulación nacional e internacional de
saberes en la configuración de diferentes agencias y burocracias (Di Liscia y Soprano, 2017:
40). En este sentido, Martocci (2020) coincide en reconocer el rol de redes interinstitucionales
e interpersonales que expresaban conexiones entre el órgano en cuestión y espacios de nivel
provincial, regional, nacional e internacional. Esta circulación de conocimiento, personal y
capitales podía encontrar al Instituto como un espacio subordinado, aunque no pasivo, en su
relación con organismos como la Secretaría de Asuntos Agrarios de La Pampa, las
universidades de La Pampa y La Plata, el Comité Interamericano de Desarrollo Agrícola o la
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Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). En un orden
de ideas similar, Gárgano (2014, 2015) señala el crecimiento de los consorcios público-privados
en las reparticiones estatales de CyT desde mediados de los años setenta favoreciendo el
accionar de grupos económicos concentrados, problema presente, por ejemplo, en la
participación de representantes de la Sociedad Rural Argentina en puestos de toma de decisión
del INTA.
Así también, existen aportes (Gárgano, 2014, 2015) que demuestran cómo las cúpulas
del Ejecutivo nacional presionaron al Instituto y sus trabajadores y trabajadoras. Pero también,
se ha revelado cómo las disputas en áreas partidarias y gremiales ligadas a la tercera experiencia
peronista tensionaron situaciones dentro del organismo. Dicho derrotero desemboca en la
intervención de la institución en 1975 y acelera sus transformaciones a raíz del golpe de Estado
al año siguiente.
3.4. Revalorizar la importancia de las relaciones y tensiones del INTA con otros órganos
estatales
Desde los estudios sociales del Estado se ha planteado el análisis de los problemas intra-
estatales en tanto terreno fértil para el desarrollo de este campo académico (Bohoslavsky y
Soprano, 2010). Ello implica, por ejemplo, valorizar las relaciones entre distintos órganos, así
como las superposiciones de funciones. En tal sentido, Ivickas Magallán (2017) ha destacado
la continuidad que gozó el INTA en un contexto caracterizado por la fragilidad institucional del
país expresada en la alternancia de gobiernos civiles y militares con la proscripción del partido
mayoritario como común denominador.
Como se ha apreciado más arriba, Gárgano (2015) y Martocci (2020) han analizado el
Instituto como parte de un sistema también integrado por otros organismos CyT y educativos.
Sin embargo, según ha notado Ivickas Magallán, existieron también voces disidentes por parte
de universidades -pero también de asociaciones de productores y agrupaciones de ingenieros
agrónomos- que rechazaron su creación por considerarlo “un ente burocrático y tecnocrático”
(2017: 101). Así también, Gárgano (2015) señaló que no todas las entidades CyT vieron
reducido su presupuesto durante la última dictadura a la vez que desveló las tensiones internas
en el propio organismo (Gárgano, 2014).
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Dicho planteo coincide, asimismo, con lo expuesto por De Arce y Salomón (2018: 179):
“la extensión en tanto dimensión social de las políticas agrarias asumió un papel importante
dentro del INTA, aunque subordinado a la centralidad de la investigación y su enfoque
productivista”. A su vez, en las “agendas en disputa” señaladas por Gárgano (2014), puede
sumarse otra dicotomía, la cual es apuntada por las autoras citadas “la separación por género y
generación de las políticas dirigidas a la población rural: las mujeres y los jóvenes eran los
destinatarios de la acción social mientras que los varones, ejecutores de la transformación
productiva” (De Arce y Salomón, 2018: 190).
Las tensiones internas, el accionar represivo sobre las actividades gremiales y las
desarticulaciones vinculadas con los cambios en el Ejecutivo nacional en ciertos espacios, se
encuentran entre los principales aportes de las relaciones dentro del INTA y desde este con
otras instancias estatales. Los acuerdos y rispideces en relación con las burocracias de una
provincia en conformación y con un desarrollo relativamente escaso de sus capacidades de
transformación constituyen también una nota destacada deudora del enfoque descripto.
3.5. Descentrar al INTA
Por último, Bohoslavsky y Soprano (2010) proponen “descentrar al Estado”
preguntándose por sus diferentes agencias y agentes nacionales, analizando también sus
márgenes institucionales y sus ámbitos social y/o geográficamente periféricos. En esta línea, Di
Liscia y Soprano (2017, p. 40) coinciden en destacar las oportunidades ofrecidas por dicho
enfoque al promover “historias de las agencias estatales nacionales, provinciales y municipales,
destacando sus específicas configuraciones sociales y temporalidades, pero también
estableciendo comparaciones y relaciones en el estudio de procesos que en forma simultánea
o diferida atraviesan más de una de estas jurisdicciones”.
Una de las referentes de la historiografía social del Estado, Ortiz Bergia (2015), indica
un reciente desarrollo de producciones que problematizan la intervención pública en las
periferias dando cuenta de sus precariedades en el interior nacional. Sin embargo, puede
apreciarse que, en esta problematización de la complejidad y pluralidad de la realidad estatal,
las políticas económicas no cuentan con una presencia asimilable a la preponderancia lograda
por aquellas vinculadas al área sanitaria, de seguridad o de políticas sociales.
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Ivickas Magallán (2017: 102) ha señalado que “se podría decir que los programas de
investigación y extensión del INTA versaban sobre tres líneas: las cuestiones de la agenda
política nacional, problemas de carácter macro regionales y situaciones localizadas o de índole
específica”. Así también, De Arce y Salomón coinciden en el planteo de la existencia de
problemas en el diseño de las actividades de extensión desarrolladas en las periferias
productivas: “esta homogénea modalidad de trabajo para todas las regiones y producciones no
contemplaba las particularidades de cada estructura social agraria” (2018: 186).
A pesar de estas dificultades, ciertas investigaciones desarrolladas en la última década
(Ivickas Magallán, 2017; De Arce y Salomón, 2018) valoran la expansión del INTA por todo
el territorio nacional junto con su criterio de descentralización administrativa integrando
geografías productivamente periféricas. Esto permitió el abordaje experiencias en áreas extra-
pampeanas (Gárgano, 2014: 180-193) y en provincias que recientemente habían adquirido este
estatus jurídico y, por lo tanto, presentaban un tenue desarrollo institucional (Martocci, 2017).
4. Discusiones y conclusiones
A lo largo del presente estudio se ha podido apreciar un reciente desarrollo del campo
historiográfico en diálogo con la perspectiva elaborada desde los estudios sociales del Estado.
Entre las causas de este proceso, puede mencionarse al crecimiento experimentado en el campo
CyT en Argentina que permitió cierta diversificación de las agendas de investigación, así como
la revalorización de “lo público” que incentivó preguntas de análisis en torno a este objeto de
estudio. Con todo, también se indicó que la propuesta de Bohoslavsky y Soprano (2010) sirvió
de incentivo para el desarrollo de la masa crítica disponible de conocimiento en torno a las
burocracias estatales. Para dar cuenta de estas retroalimentaciones, se han seleccionado
pesquisas referidas al caso particular de un organismo descentralizado de alcance nacional: el
INTA. Vale, asimismo, destacar que todas las investigaciones escogidas son posteriores a la
publicación del trabajo citado (Bohoslavsky y Soprano, 2010) y casi todas al primer número de
la revista “Estudios Sociales del Estado” (Bacolla; Caravaca; Daniel; Mellado y Ramacciotti,
2015), principal espacio de debate sobre la materia.
Por medio del abordaje a tan solo cinco pesquisas realizadas por autores de distintos
perfiles y filiaciones institucionales se ha expuesto: 1) e1 modo en que se procuró no entender
al INTA como ente monolítico y auto-consciente como si se tratara de un individuo, 2) cómo
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se ha incursionado en la consideración historiográfica de aquellas personas que encarnaron la
repartición, 3) la manera en la cual fueron estudiados los mecanismos por los cuales se
objetivaron la lucha de clases y las disputas profesionales, regionales, corporativas,
internacionales, de género, entre otras, dentro de la entidad, 4) los elementos que permitieron
revalorizar la importancia de las relaciones y tensiones del INTA con otros órganos estatales, y
5) las potencialidades latentes a partir del abordaje a los márgenes institucionales del organismo
y su intervención en ámbitos social y/o geográficamente periféricos.
Sin embargo, de este desarrollo académico vale destacar que las facetas aquí valoradas
corresponden a aspectos más bien complementarios de las investigaciones analizadas, ya que
ninguna de ellas tiene por objetivo adscribirse específicamente a alguna de las singladuras
señaladas y, solo una (De Arce y Salomón, 2018), se incorpora explícitamente a la perspectiva
en cuestión. En tal sentido, retomando las propuestas tratadas (Bohoslavsky y Soprano, 2010,
Di Liscia y Soprano, 2017), y permitiéndose una metáfora agropecuaria, puede plantearse que
es posible vislumbrar ciertos surcos sumamente fértiles en los cuales la semilla de los estudios
sociales del Estado aún no ha sido sembrada.
Si bien el universo de producciones historiográficas abordado ha sido limitado, un
relevamiento general permitió percibir una importante vacancia referente al rol del INTA en las
periferias productivas ya que, si bien existen un sinfín de crónicas acerca de las distintas
unidades esparcidas a lo largo del país, esta aún representa un área plausible de ser estudiada a
partir de los marcos epistemológicos de la disciplina histórica. Algo similar puede aplicarse a
una cuestión temporal, que integre al período pos-dictatorial y al contexto del alto
neoliberalismo, períodos abordados solo por investigaciones de corto plazo y muchas de ellas
realizadas por personal del propio INTA.
Los estudios comparados entre distintas reparticiones del organismo, así como entre este
Instituto y otras entidades estatales aún representan un vacío en el campo historiográfico. Por
otro lado, los perfiles socio-profesionales y las condiciones laborales de la planta de
trabajadores y trabajadoras del Instituto pueden ser analizados con mayor detenimiento
tomando como base al artículo precursor de De Arce y Salomón (2018) e, incluso, son
susceptibles de abordajes en escalas menores a la tratada en el texto referido. Algo similar puede
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plantearse en relación con su circulación en ámbitos de trabajo o militancia gremial o partidaria,
hendija abierta por la investigación de Gárgano (2014).
Problemas como las relaciones jerárquicas entre sus estamentos de unidades y personal,
los cierres y aperturas de distintos programas y los correspondientes procesos de resistencia a
tales problemas permitirán continuar revalorizando las relaciones y tensiones al interior del
INTA. Así también, sus vinculaciones con otros órganos estatales, con estructuras provinciales
y municipales, así como con organismos internacionales, asociaciones civiles y empresas
posibilitará complejizar el abordaje de la circulación de saberes externos por parte del Instituto.
Por último, una regionalización de los estudios sobre esta repartición permitirá apreciar
las complejidades de sus procesos territorialmente situados dando cuenta de las
transformaciones sus sedes a través del país y a lo largo del tiempo, expresando, asimismo, la
forma en que los destinatarios “con rostro humano” no solo recibieron, sino también
participaron, de las vinculaciones del INTA con el medio social agro-rural.
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