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La respuesta del gobierno fue bastante rápida, ante la confirmación del segundo caso,
se decretó la suspensión de clases presenciales y de eventos masivos, el distanciamiento
social, la cuarentena obligatoria y el cierre de fronteras se sustentaron en la obligación
del gobierno de prevenir y disminuir la enfermedad. Se implementaron medidas de
bioseguridad, alertas, comunicaciones, señalética pública y privada (Mazzoleni Insfran et
al, 2021).
3.8. Similitudes entre pandemias
La Peste en Paraguay de 1899 y la COVID de 2019 presentan similitudes que
debemos subrayar. Ambas enfermedades fueron sometidas a la notificación y al pedido
de ayuda internacional, que conlleva acatar y someterse a la dureza de la crítica
internacional.
Cuando la comitiva argentina llegó al Paraguay, el doctor Serafín Rivas Rodríguez,
médico uruguayo menciona que la infección paraguaya es una enfermedad de la gente
sucia, de los que no se lavan, los que viven en los barrios donde prevalece el culto la
mugre (Silvero Arévalos, 2014; López y Cardona Zorrilla, 2020). Aprovecharon la
situación para retratar las falencias del sistema sanitario, la falta de higiene, el sistema
educativo. Dejando al país con una imagen de pueblo incivilizado (Zárate n.d. ; Silvero
Arévalos, 2014). Por su parte, en 2019, el gobierno chino notificó a la Organización
Mundial de la Salud (OMS) de un brote de neumonía grave de etiología desconocida en
Wuhan, provincia de Hubei, China. Inmediatamente, se procedió a cerrar la ciudad,
aislarla y de manera indirecta estigmatizar a los habitantes, en los medios se hacían eco
de la mugre, suciedad, los defectos de control y considerándolos menos que civilizados
(los ciudadanos fueron criticados por sus hábitos alimenticios, su higiene) (Worobey et
al. 2022 ; Motta, Stecula, y Farhart, 2020).
La práctica, en ambos casos, ha sido la de recurrir al estigmatizacion para trazar
de esa manera un distanciamiento simbólico entre “nosotros” y “ellos”. De esa forma, se
alega que el “nosotros”, no tendría los mismos factores de riesgo, por lo que no está en
peligro(Gilmore y Somerville, 1994). Un ejemplo de este tipo de conductas constituye las
reacciones a las alertas tempranas de la enfermedad, pensamientos tales como: China
estaba muy lejana, esto no nos pasará, es política, no existe la enfermedad, teorías