JuanManuelTabaresMartinez
Muchas gracias por esta pertinente pregunta.
En nuestros estudios, utilizamos diferentes métodos para cuantificar la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC). Cada método tiene ventajas específicas: el Holter nos permite capturar las oscilaciones autonómicas a lo largo del día, reflejando mejor el comportamiento basal del animal en su entorno habitual. El ECG de corta duración, a su vez, es más práctico y aplicable en la práctica clínica, pero es más sensible a interferencias momentáneas (como la manipulación y el movimiento), por lo que su interpretación requiere un control estricto del entorno y de los factores externos, ya que son más susceptibles a interferencias específicas. Además, utilizamos parámetros lineales y no lineales en el dominio del tiempo. En cuanto a los parámetros, el Holter nos permite evaluar un mayor número de parámetros lineales, mientras que el ECG de corta duración utilizado proporciona menos parámetros lineales, pero también proporciona parámetros no lineales de la variabilidad de la frecuencia cardíaca. En cuanto a las diferencias entre los modelos de estrés, parecen estar más relacionadas con las características de la especie y el entorno experimental. Los felinos son más susceptibles al estrés debido a la manipulación y a entornos desconocidos, lo que se refleja en su comportamiento. Aunque no observamos diferencias significativas en la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC) entre los grupos, es posible que el simple hecho de estar en un entorno hospitalario aumentara el nivel de activación simpática en ambos. Por el contrario, los perros se encontraban en su entorno habitual, lo que podría haber favorecido la habituación a la estimulación crónica (restricción de espacio), reduciendo la respuesta autonómica detectable. Por lo tanto, enfatizamos que la elección del método debe estar alineada con el tipo de factor estresante, la especie, la duración de la exposición y los objetivos del estudio. Además, recomendamos que la VFC no se utilice de forma aislada, sino que se asocie con evaluaciones conductuales y hormonales, por ejemplo, para una interpretación más precisa del bienestar animal.